Testimonios

«Recuerdo que en el año 2017 siendo el día 12 del mes de noviembre cuando me encontraba desempleado en la ciudad de Cali, mientras caminaba por el parque de la ermita despejando mis preocupaciones con un caluroso sol, y siendo aproximadamente las 2:20 pm, sonó en repetidas ocasiones el timbre de mi celular. Era una llamada misteriosa que alertaba mis emociones, la cual no estaba registrada en mis contactos de marcación, por ende, me negaba a contestar, pues no sabía de quien se trataba. Saqué mi celular del bolsillo después de tantas insistencias, y al contestar sentí que retumbaba en mis oídos una voz conocida, a la que desde hacía ya mucho tiempo no escuchaba, pero que sí la guardaba en mis recuerdos. Cuando pronunció el nombre que él mismo me había colocado aquella mañana me que presenté a su empresa para la entrevista laboral. Dijo: con esa voz aguda, ¡Hola, Peter pan¡ Entendí inmediatamente que era mi gran amigo y antiguo jefe German Arturo Moreno, con el que había dado mis primeros pasos en el área de administración de negocios, en la empresa de Lácteos Andinos de Nariño.

Después de aquel saludo placentero entre él y yo, entablamos una conversación amena por unos cuantos minutos y mientras que él hablaba, recordé aquellos tiempos donde observé sigilosamente a lo largo de los tres años y medio que estuvimos laborando juntos, la forma como impartía justicia y rectitud a este pequeño grupo de 50 trabajadores, además de administrar muy bien las finanzas de esta empresa. Su punto clave era que aplicaba muy bien las 8 Claves Bíblicas para un liderazgo de éxito en la iglesia, en la política y en tu empresa que puedes encontrar en el libro»

Después de este corto tiempo, y porque se encontraba apurado para salir de su casa a una reunión laboral. Concluimos la conversación haciéndome la propuesta para ir a ocupar el cargo de administrador de una mueblería que estaba a punto de desaparecer, ya que el administrador anterior había tomado mucho dinero de ella, generando un gran desfalco en las finanzas. Sin pensarlo dos veces
empaqué mis maletas y después de quince horas de viaje, logré arribar al punto indicado.

Desde entonces inicié un arduo trabajo, para la recuperación de esta compañía, comencé a aplicar estas ocho técnicas, que había aprendido con mi mentor y amigo German Moreno. En menos de un año logramos nivelar la empresa y abrimos otro punto de venta, junto con mi equipo de trabajo.»